Drazen Petrovic contra la monotonía en el trabajo
Hoy mi jornada laboral ha empezado como tantos otros días: he encendido mi ordenador y he repasado las cosas que los días anteriores había dejado a medias, he revisado mi correo en plan rutinario... En cierto momento de la mañana, que suele ir variando según las obligaciones, nos reunimos con mi jefe y otro compañero para repasar nuestras agendas y planificar en la medida de lo posible el día de trabajo.
Hasta allí todo era de lo más monótono y normal, sin embargo, hoy algo ha interrumpido la reunión, suena el teléfono y la secretaria me informa de que "un amigo ha venido a traerte una cosa". Tras la sorpresa inicial mía y de mis compañeros he estirado el cuello, y efectivamente allí estaba:
Un amiguete me esperaba en la entrada con un poster de Drazen Petrovic enrollado en la mano. Me ha dicho que tenía que pasar por cerca de mi empresa y que se le había ocurrido visitarme.
Después se ha marchado tan silencioso como había llegado.
La reunión ha seguido tras la interrupción tan monótona o más que antes, pero yo ya no estaba allí; mis pensamientos y mi cabeza estaban en Sibenik, en Parmalat, en los 62 puntos de la final de la Recopa R. Madrid - Snaidero de Caserta, en aquellos cinco triples en el Palau Blaugrana...
Durante un rato me he calzado unas KRONOS, he estado sentado en el banquillo de Portland, he saboreado las mieles del triunfo en New Jersey, me he quedado a tirar 500 tiros libres tras un entrenamiento, me he largado de Madrid sin decir nada a nadie... incluso he estado en aquel coche fatídico.
Sólo le puedo decir una cosa a mi amigo: Gracias por convertir durante unos minutos mi lugar de trabajo en una cancha de basket.
Hasta allí todo era de lo más monótono y normal, sin embargo, hoy algo ha interrumpido la reunión, suena el teléfono y la secretaria me informa de que "un amigo ha venido a traerte una cosa". Tras la sorpresa inicial mía y de mis compañeros he estirado el cuello, y efectivamente allí estaba:
Un amiguete me esperaba en la entrada con un poster de Drazen Petrovic enrollado en la mano. Me ha dicho que tenía que pasar por cerca de mi empresa y que se le había ocurrido visitarme.
Después se ha marchado tan silencioso como había llegado.
La reunión ha seguido tras la interrupción tan monótona o más que antes, pero yo ya no estaba allí; mis pensamientos y mi cabeza estaban en Sibenik, en Parmalat, en los 62 puntos de la final de la Recopa R. Madrid - Snaidero de Caserta, en aquellos cinco triples en el Palau Blaugrana...
Durante un rato me he calzado unas KRONOS, he estado sentado en el banquillo de Portland, he saboreado las mieles del triunfo en New Jersey, me he quedado a tirar 500 tiros libres tras un entrenamiento, me he largado de Madrid sin decir nada a nadie... incluso he estado en aquel coche fatídico.
Sólo le puedo decir una cosa a mi amigo: Gracias por convertir durante unos minutos mi lugar de trabajo en una cancha de basket.
2 Comments:
Gracias a ti, eres grande !!!!
grandes amantes del baloncesto os agradeceria que fuerais al youtube y buscarais,el, como diria lorenzombie, mate DEFINITIVO, solo teneis que poner en el buscador "720 dunk" adivinais por donde van los tiros??
Un saludo romancero.
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