13 años sin Kurt 5 sin Layne

Hoy 5 de Abril es una fecha triste para todos los amantes de la música que disfrutaron con estos dos monstruos y para todos aquellos que vibraron y se emocionaron con unas canciones que ya son tan inmortales como ellos, sus artífices, que nos regalaron pedazos de su alma hechos música.
Muchas cosas en común unían a Kurt y Layne… quizá demasiadas. Líderes de dos de las bandas de Seattle más representativas de aquello que se vino a llamar Grunge. De una inusitada sensibilidad y espíritu torturado, ambos canalizaron sus miserias y penurias catárticamente a través de la música y nos abrieron una ventana al rincón más oscuro de sus almas. Mostrándonos inseguridades, miedos, traumas y, claro, adicciones a la heroína. Afición está que les llevó (y se llevaron) a la tumba, si bien en el caso de Cobain de una manera indirecta en el de Staley como causa totalmente inherente.
Los chicos más depresivos de Seattle, nos dejaron, además de un puñado de discos inigualables, dos de los mejores directos acústicos que se han hecho jamás. Sí, los dos unplugged que grabaron para la MTV ambas bandas son, sin ninguna duda, los mejores de todos cuantos se celebraron bajo el auspicio del todopoderoso canal musical. Los dos shows tienen ese halo tan latente de despedida que casi duele verlos y son prácticamente su epitafio musical.
Ese Where did you sleep last night que cierra el de Nirvana siempre me ha parecido sobrecogedor y que inmediatamente después de que Cobain cante la última frase empiecen a caer los títulos de credito siempre me ha provocado un sensación amarga y desoladora de adios y los pelos como escarpias, claro, que la intensidad de la canción es increíble.
Qué decir del de Alice In Chains… es una experiencia increíble, todo ese aura mortecina, ese Layne Staley con un pie aquí y otro allá, abstraido en su mundo como si fuese ya un espectro y su personal manera de cantar que te atraviesa y te hunde con él dentro de su agujero… uff!... Rooster, Got Me Wrong, Would? Cuanta belleza escondida entre lamentos.
Ya nunca podrán volver a deleitarnos con obras como estas pero siempre que queramos podremos revisitar su legado y volvernos a asombrar de lo que fueron capaces estos dos chavales de Seattle que un día se convirtieron en estrellas de rock y al otro se desvanecieron en su propio infierno mientras llevaban las camisas de leñador a las masas.
Sirva esta entrada para recordarlos una vez más allá donde estén.
Kurt, Layne… ¡gracias!

Momentazos Unplugged cortesía de San Youtube