La Prisa (un post de horror/cósmico/machista)

No nos engañemos, nada es tan bonito como lo pintan... ni siquiera éste, vuestro blog preferido, se realiza con la intensidad y asiduidad que nos gustaría a todos (lectores y redactores incluídos). Por eso, cuando hace mucho tiempo que no aparece nada nuevo tienes la sensación de que tienes que colgar la primera mierda que se te ocurra:

Este post es uno de esos.

Pero no sería propio de vosotros, mis queridos ñurdos, que despreciáseis este texto simplemente por el hecho de que haya nacido de la espontaneidad y la resaca. Podemos tomar como referencia el reciente post ¿La Cuestión Humana?, que nació como relleno y, a juzgar de las alabanzas que he escuchado este fin de semana, ha logrado el favor del público.

Aprovecho para saludar y transmitirles el orgullo que nos hacen sentir, a los lectores que nos felicitan cuando nos ven en la zona VIP de un bar, o nos ven pasar con nuestras limusinas... chicos (y nenas), sin vosotros nada de esto sería posible!

Dicho esto, nuestro nuestro consejo de hoy será que os quitéis las botas camperas, os desabrochéis el cinturón, pinchéis cualquier vinilo de cualquier grupo hard ochentero, abráis una lata de alguna bebida carbonatada a lo Mountain Dew o Cherry Coke y os leáis las siguientes líneas sin ninguna prisa. Disfrutad del texto sin más pretensión que sortear unos minutillos de los insoportables domingos de marzo. Esa es la actitud.

Aviso para navegantes: Este post puede resultar hiriente para ese tipo de personas con mucha sensibilidad y poco sentido del humor... es decir, a las mujeres. Take it easy!

Le Post: La Prisa.

El otro día un gran amigo nuestro, al que llamaremos Acuario, amaneció en la treintena... inevitablemente una sensación de desasosiego invadió su vida durante unos días. La mirada vigorosa del adolescente apolíneo que le observaba desde el espejo había sido sustituida por la madurez de unos ojos con aparienza insatisfecha. La metamorfosis no tiene marcha atrás y cuando Acuario se mira a sí mismo se muestra como un viejoven de prominentes entradas, barba exhultante e incipiente barriga (tersa y tensa como la piel de un tambor).

Acuario no se reconoció... Durante esos duros momentos de introspección se enfrentó a sus monstruos, pensó en si había cumplido las espectativas que él mismo se había propuesto... se preguntó si había aprovechado el tiempo, o si había echado a perder la juventud como el líquido que se escapa entre los dedos de un niño torpe. (temps fugit, vanitas)

Cuando más enfrascado estaba en este tipo de pensamientos sonó su móvil y acudió a una reunión informal con unas antiguas amistades de su mismo sexo, con el objeto de disfrutar de un espectáculo balompédico, mientras degustaban unos cuantos litros de néctar de cebada.

Acuario ya no volvió a pensar en aquel viejoven hasta muuuuuuuuucho tiempo después, cuando posiblemente ya era (será) tarde.

El otro día una gran amiga nuestra, a la que llamaremos Lavadora, cumplió 28 años. Se trata de una chica moderna, estudiosa y liberal. Trabaja en el centro de desarrollo tecnológico de una empresa de ámbito nacional, sobrevive holgadamente con su sueldo. Por las tardes queda con su mejor amiga de toda la vida (a la que llamaremos Vitrocerámica) a la que pone al día de los acontecimientos sociales. Vitrocerámica ya no sale nunca, porque acaba de tener su segundo bebé, del que Lavadora es madrina.

Lavadora, sin llegar a estar obsesionada, se preocupa por su aspecto y se ejercita en el gimnasio, procurando mantener su tono muscular... a pesar de sus esfuerzos Lavadora no está satisfecha con su imágen: es consciente de que aquel culito respingón nunca volverá, y que esas bolsas de carne que cuelgan cuando levanta el brazo han llegado allí para quedarse.

Hasta aquí llega el paralelismo entre Acuario y Lavadora, porque esta angustia que a Acuario le dura unos instantes para Lavadora es practicamente un drama... algo muy importante depende en gran medida de su atractivo físico.

Y Lavadora siente un vacío.

Y escucha como suena el tic-tac incesante de la llamada biológica... el peso de la historia de la evolución concentrado en su bajo vientre. Lavadora tiene la responsabilidad de prolongar la línea evolutiva que lleva en marcha millones de años.

Y escucha la antigua mantra arkana: gnurht-sgnurth... knad-gnurth... rotcart-knad... ya viene, ya esta aquí:

La Semilla no germina.

Y le entra La Prisa. (to be continued...)