Cerrando bocas, un articulo para todo el mundo.

"Cerrando bocas" podría ser el título de la autobiografía de Pau Gasol.
Desde luego el chaval va superando reto tras reto, mientras nadie confía en él, salvo su familia y la gente que no mola nada, como los periodistas de Antena3 o las madres que lo que más valoran es que tenga cara de 'buen chico' , o sea que sea feo como una tortuga.
El tipo tiene una carencia alarmante de carisma, su juego dista mucho de ser espectacular y su físico no impone en absoluto... pero al final hace grandes números, montones de soso-mates, lo mismo se enfrenta a Kevin Garnett y le hace un mate en la cara, o seca a Superman Howard en una finales de la mejor liga del mundo!
Contra todo pronóstico Gasol ha acabado jugando (y co-liderando) en el equipo más glamouroso de la historia del deporte y ahora mismo está disfrutando con su anillo puesto! Pero no el anillo que vibra (que también), sino el anillo de campeón de la NBA!

Y aquí viene lo más gracioso de todo: en el mejor momento de su vida deportiva... aparecen muchos detractores, ahora que juega bien y que defiende como un tipo duro de verdad, jajaja... la gente es (somos) de lo más graciosa.

Ahora que es Campeón de la mejor liga del mundo a nadie parece gustarle como juega el amigo catalán y probablemente ha merecido el MVP de las finales, como dice nuestro querido amigo (lector) Manudo en un comentario anterior "el MVP es para Kobe, pero sin Pau no hubiesen logrado el anillo".

Cuando digo a "nadie" me refiero a la gente de a pie, porque está claro que los "periodistas" deportivos sí que le van a pelotear hasta sacarle brillo. La gente en el bar piensa que Gasol es bueno pero que "no mola nada". Esto es supertípico en nuestro carácter, parece que nos apeste que las cosas les vayan bien a la gente talentosa.
Y ésto, no lo dudéis queridos zangarrianes míos, tiene un nombre que empieza por "envi" y acaba por "dia" : Envidia. Y yo soy el primero que la tiene... y se regodea en ella.

Éste que suscribe (sin ir más lejos) ha sido uno de los mayores azotes que ha tenido Gasol desde esta España nuestra. Tengo el dudoso honor de haberle criticado sin descanso desde el principio de los tiempos, incluso inventé el mote de Pau(pérrimo) ; Nunca valoré sus logros e hinché sus defectos hasta hartarme. Que si era blando, que si era feo, que si era flaco y débil, que si era antiespectacular, que si se cagaba con los tiros libres, que si era "invertido"... o lo que es peor: pelirrojo!

Como véis mis argumentos siempre han sido de lo más aplastante, que os voy a contar, ya me conocéis.

Hace años ya vaticiné un superbatacazo cuando me enteré de que iba a dar el salto a la liga americana. Dado mi basto conocimiento de los entresijos de este deporte; pronostiqué en su momento una primera temporada bastante vulgarota en la que promediaría 6 puntos, y en la que algún día especial metería 21 y saldría en todas las portadas de la prensa nacional. Desde luego, soy todo un visionario porque Gasol no sólo jugó estupendamente y lideró a su equipo, sino que fue elegido rookie del año (o sea, mejor debutante).

Demonios, me tuve que tragar sodos los sapos y culebras que había dirigido hacia él. La verdad es que no estoy acostumbrado a no tener razón... eso se lo dejo a ustedes normalmente.

Pero claro, yo pensé que obviamente ese era su techo y tras unos meses de tregua volví a la carga contra el 16 convencido de que ya no tendría que cerrar la boca nunca más. ¿Volver a confundirme yo? No me hagáis reir.
"Gasol destaca porque juega en un equipo de mierda rodeado de paquetes" era mi feliz argumento en ésta época... ese año Gasol fue seleccionado para jugar el Partido de las Estrellas.

Diantres.
En ese AllStar game creo recordar que cogió el record de rebotes en ese tipo de partidos. Lorenzombie, por su parte, lejos de valorar su hazaña proclamó a los cuatro vientos "en esos partidos los que se quedan a coger los rebotes son los pardillos".

Gasol ya era una estrella de la NBA.

Como buen oscense (e Ión), continué en mi empeño de clavar el clavo hasta el fondo, y en esta ocasión opiné que "Gasol era un conformista que no se atrevía a cambiar de equipo porque era cómodo para él jugar en un equipo mediocre como Memphis": Pues otra vez me tuve que comer mis críticas porque, de repente, el tipo se puso mazas, y cambió de talla, lideró a la selección hacia la conquista del mundial y a la final de las olimpiadas (que es uno de los mejores partidos que recuerdo) ...y, sobre todo, fichó por los Lakers...

Fichó por los jodidos Lakers.

Yo me subía por las paredes mientras observaba atónito como toda la prensa daba la noticia encantada ¿cómo es posible que nadie vea que Gasol no está hecho para jugar en los Lakers? Por dios, está ocupando el puesto de James Worthy!! ¿No véis que no puede ser? Es pelirrojo, por Dios!!

Entonces pensé que tragaría banquillo en el equipo de Los Angeles, pero no fue así, porque se convirtió en la estrella (tras Kobe), y es el segundo del equipo que más camisetas vende!

Yo, ya lo sabéis todos, me alegré cuando perdió la final contra Boston... pero allí lo vi venir: un pequeño angelito con forma de Mark Aguirre se acercó a mi oreja y me susurro de forma dulce "Gasol tarde o temprano ganará el anillo de campeón de la NBA".

Un escalofrío recorrió desde abajo hasta arriba mi columna vertebral.

Y ayer, efectivamente, Pau ganó la mejor liga del mundo siendo, probablemente (seguro), la pieza definitiva para lograrlo.

Y yo no entiendo nada.

La verdad es que se me acaban los argumentos para criticarle, es un tipo detestable!... si dices que es blando al año siguiente le elegirán para el equipo defensivo del año, si dices que falla los tiros libres los meterá todos, si dices que no tiene carisma te encontrarás una pandilla de niños con su camiseta puesta, si dices que pierde aceite aparecerá de la mano con Monica Belucci poniéndole ojitos...

¿Querrá decir esto que estoy equivocado? Pardiez, espero que no, al final el tiempo me acabará dando la razón... o qué.

De todos modos, en mi defensa debo decir que no soy el peor. Porque (como ya sábeis muchos) hace unos cuantos añitos durante un campeonato de España junior que se celebraba en la noble villa de Huesca, un amiguete mío se acercó a un espigado pelirrojo que se llamaba Gasol para decirle: Nunca llegarás a nada.

Cosas veredes, amigo Sancho.