lunes, febrero 26

Little Nemo in Slumberland

De nuevo, Los Secuestradores de Iones, nos remontamos en la historia para haceros partícipes de las cosas que nos interesan, con ustedes Winsor McCay, el autor del mejor cómic de la historia; Little Nemo in Slumberland (1905) .

En Octubre de 1905 apareció en el dominical del Herald Tribune una historieta dibujada por Winsor McCay, la historia trataba de los viajes a través del mundo de los sueños que hacía un niño pequeño llamado Nemo (Nadie, en latín).
Estas historietas siempre cumplían el mismo esquema, Nemo se veía envuelto en alguna situación onírica prácticamente lisérgica y en la última viñeta siempre despertaba en su cómoda cama.

Este cómic (cartoon, tebeo, o historieta, como lo queráis llamar) no ha sido muy conocido por el gran público debido a que la obra de McCay ha sido muy poco estudiada, y mediocremente editada hasta la fecha. Sin embargo entre los profesionales y los grandes clásicos autores posteriores no es nada complicado encontrar sutiles homenajes o guiños a la obra de McCay y a su creación más popular, el Pequeño Nemo.
Hoy en día, Little Nemo in Slumberland es considerada por propios y extraños como (probablemente) el mejor cómic de la historia (y esto no es una afirmación de estas exagerada, en plan Iones).


Probablemente su página más reconocida y admirada es aquella en la que la cama cobra vida alargando sus patas y comenzando a caminar, todo un prodigio a nivel compositivo, rítmico... una maravilla a todos los niveles artísticos... la reproducimos a continuación para que no os quejéis, eh? Pinchar en la imágen para verla un poquito más grande y hay que fijarse en:

1. Cómo se van alagando las viñetas adaptándose al tamaño de la cama... para dejar caer al pequeño Nemo en la última viñeta, en su cama, para acabar el capítulo.

2. En el fondo de las viñetas 13 y 14, que es el mismo para las dos aunque sean dos escenas (sólo hay una luna).

Winsor McCay, como ya os podéis imaginar, es un excelente dibujante que practicamente inventó la animación. Se sintió realmente atraido por esta rama del dibujo (por aquel entonces aún inexplorada) pero sus intenciones de dedicar su carrera a la animación fueron aplastados por un millonario todopoderoso de la época, el Sr. William Randolph Hearst, que se esforzó por conseguir que su dibujante preferido tan sólo ilustrase los editoriales de sus periódicos.

Algún lector avispado habrá reconocido el nombre de este personaje (el del Sr. Hearst)... efectivamente este señor fue la figura en la que se basó Orson Welles para crear Citizen Kane.

Como joya para coleccionistas o interesados en las raices de la animación Winsor McCay dejó varios cortos, que hoy son de obligada revisión. En el mundo de la animación McCay es considerado el padre del género, sin ir más lejos en cierta ocasión el hijo de Winsor fue a visitar los maravillosos estudios de Walt Dysney, quien mientras le enseñaba todo le dijo que "todo esto debería ser de tu padre".


El corto de 1911, Little Nemo... ¡los dibujos animados han nacido!





McCay fue apartado de su trabajo en la animación pero siguió de cerca el crecimiento de la semilla que había plantado, cuando vió las creaciones de los primeros estudios dejó claro que no eran éstas sus previsiones: "Yo pretendía hacer de la animación algo artístico, pero está muy bien que ustedes hayan logrado crear un negocio".

En los años ochenta hubo un intento por parte de varios dibujantes y animadores de recuperar la figura de McCay para el gran público, entre estos autores estaban los populares Moebius o Hayao Miyazaki (Los Iones ya le rendimos pleitesía en su momento pero para los que no lo leyesen se trata del creador de Sherlock Holmes, La princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro, Mi Vecino Totoro... en fin, el puto capo).
El proyecto consistió en hacer un largo de animación 'moderna' llamado Little Nemo... pero el resultado no fue el esperado por los fans de la historieta original, que entendieron que no respetaba el espíritu ni la elegancia de las viñetas de McCay, de hecho Miyazaki se desentendió a las primeras de cambio de la película. Para los curiosos con ganas de husmear por la red hay que decir que existe un corto animado del estudio Ghibli (el estudio de Miyazaki) de 1982, precio a la película de Moebius.

La película es un fracaso, nos presenta a un pequeño Nemo bastante más mayor que el personaje original... y que tiene una ardilla de mascota (!), y además su viaje por el mundo de los sueños culmina con una lucha entre el mundo de los sueños y el de las pesadillas... puff, de lo más banal. Eso jamás ocurriría en una historieta de McCoy, que siempre buscó otros fines.
Además la historieta original está dibujada con un estilo y una calidad extrema, para paladares exquisitos... y esta película sigue unos parametros Dysney tristemente vulgares.

Aquí tenéis el trailer, para que veáis a qué me refiero:





Hoy en día se está redescubriendo esta excelsa obra, incluso ha aparecido una edición maravillosa de las páginas con su color y su tamaño (45x50cm. aprox.) originales y traducida al castellano (¡increíble!), el único pero es el precio... 120 euritos.
De todos modos, los fans de las cosas buenas (todos nosotros) estamos de enhorabuena.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me he confundido , el tamaño de la edicion de lujo que han sacado rcientemente es de 40x55... un mamotreto... si estáis dispuestos a gastaros 120 euros está en la fnac.

Existe una edicion de Taschen más asequible (sin traducir al español, aunque eso que más dará).

lunes, 26 de febrero de 2007, 15:55:00 CET  
Anonymous Guzmán said...

Hola. Aunque hace dos años de este post, he caido por aqui y comento algo que puede interesar a lectores de este artículo.
La editorial norteamericana Checker Publishing Group viene recuperando muy satisfactoriamente la obra de MacKay desde que los derechos han quedado abiertos (a los 100 años del registro original). Han editado una fabulosa serie "Winsor MacKay's Early Works", que ya va por el tomo octavo y es realmente un deleite sin igual. Asimismo han publicado "Dream of a Rarebit Fiend" (Sundays y Dailys) y, como no, "Little Nemo" en una edición limitada de dos tomos, completísima (1905-26), con un apendice que incluye páginas sin colorear, otras no publicadas en prensa, así como material gráfico y publicitario de época.
Además, y esto es personal, creo que tiene un gusto especial leer su obra en el idioma original y aprecial la caligrafía de puño de MacKay. Si a alguien le interesa el autor, recomiendo tome en consideración estas publicaciones. Saludos!

lunes, 24 de agosto de 2009, 21:01:00 CEST  

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