Summer Of 69

¡Mira lo que hago con los ojos!... ay, que locostoy

¿Qué es lo que ocurre cuando una pandilla de hippies se cree que el apocalipsis ha llegado? ¿qué pasa cuando pasas horas y horas escuchando el “white album” de los Beatles ? ¿y si hubiera sido un disco de Slayer?... ¿Qué es lo que, esa comuna de San Francisco, entendían por paz y amor que los llevó a terminar de forma tan cruenta con el “Verano del Amor”?
Pues lo que entendían era toda una sarta de incongruencias apocalípticas y pseudomísticas salidas de la “iluminada” mente de uno de los personajes más tristemente célebres de la historia sangrienta de USA... el inefable ¡Charles Manson!.
Unos acidos, un repasito al cancionero de Lennon/McCartney y venga, a darle vueltas al tarro...
Si McCartney canta en Blackbird “pajaro negro cantando en el muerto de la noche/ coje esas alas rotas y aprende a volar/ toda tu vida estuviste esperando este momento para alzarte” eso evidentemente quiere decir que los negros se van a revelar inexorable e inminentemente contra los blancos.
Estaba claro el armagedón había llegado y había que darle un nombre particular que como no, era el título de otra canción de los de Liverpool, Helter Skelter.
El Helter Skelter se acercaba y Charlie tenía que idear un plan, tenía que cambiar el mundo, tenía que liderar la revolución, tal como le advertían sabiamente los Beatles en Revolution “dices que tienes una verdadera solución/ bueno ya sabes, nos encantaría conocer el plan”.

La biblia según Manson

El plan no tenía desperdicio y era tan redondo que nada podía salir mal.
La “familia” Manson tenía previsto mudarse del centro neurálgico del “flower power”, San Francisco, al mismo centro de la Tierra, a ese supuesto lugar mítico llamado Agartha (que tambien buscaban los nazis por cieto) que según leyendas tibetanas es donde se encuentran los verdaderos y primigenios pobladores de la Tierra y por lo tanto la raza más pura.
Ellos se quedarían ahí hasta que los negros hubiesen aniquilado a todos los blancos. Entonces, gracias a un razonamiento de lo más Darwiniano y que denota un gran conocimiento antropológico a la vez que respeto racial, Charles Manson llegó a la conclusión de que puesto que los negros, como los monos, no saben hacer otra cosa que no sea imitar al hombre blanco, ahora que estaba aniquilado, vagarían sin rumbo por la superficie de la Tierra. Este es pues el momento en el que Manson y los suyos debía salir a la superficie y dominar el mundo guiando, esta vez, por el buen camino a los desorientados negros.

Darrell Jonhson dice: no te drogues, mejor lee

Por increíble que parezca algo salió mal en este milimetradisimo y calculado plan. Los negros que tenían que iniciar su revuelta matando algún representante de la clase social alta, vamos ricachones o “piggies” como los llamaban los de Manson (por una canción de los Beatles, claro) se estaban demorando. Por alguna extraña razón el fin del mundo estaba tardando demasiado tiempo llegar con lo que decidieron que ya que era algo que no se podía detener, podían entonces, acelerar el proceso.

El mileniarismo va a llegaaaaaaaaaaaaarrrr

Solución: Una terrible noche de agosto del 69, los acólitos de Manson se dirijen a una mansión de Beverly Hill con no muy buenas intenciones.
Y ahí perpetran una carnicería salvaje, Sharon Tate (esposa de Roman Polanski) embarazada de 8 meses, y tres personas más son brutalmente apuñalados y las paredes pintadas con sangre en las que se puede leer Helter Skelter, Piggies, etc... a la noche siguiente vuelven a por más, asesinando al matrimonio LaBianca en idénticas circunstancias. El horror estaba servido y la opinión publica evidentemente consternada.
El “verano del amor” había muerto, la inocencia de la era de acuario se fue con el viento, la utopía hippie se esfumó y devolvío a la más cruda realidad a más de medio mundo.

Sharon Tate