KIT, te necesito

Este fin de semana hubo en las calles de Huesca una exhibición de vistosos coches americanos.

Sí, ya lo sé, Los Secuestradores de Iones no es un blog de información local... pero visto que nadie ha tenido interés en comentar un acto social de tal magnitud nos vemos en la obligacion de dar ésta noticia.

Así pues, como ya hemos dicho... durante el sábado, sabadete, un grupo de potentes automóviles circuló por Huesca para goce y deleite de grandes y chicos, que los admiraban asombrados al pasar.

Sobra decir que a mí el mundo del motor no me importa en absoluto (Fernando Alonso sucks) pero uno en concreto de estos bólidos logro llamar mi atención y sacar mi lagrimilla... que lástima no llevar una cámara en la mano, como Lillo.

Ante mis ojos, lucía, espléndido, de color negro azabache... un Pontiac, pero no un Pontiac cualquiera, sino el mismísimo Coche fantástico (Knight Rider, para los tontos puristas).

Yo quería que encendiese su luz frontal (zum-zum), que diese un salto con su turbo-boost, o que me hablase con su voz de Homer y su increible gracejo... pero se limitó a estar allí delante de mí, como dormido, como una estatua de un héroe mitológico al que todos admiramos y nunca volverá a hacernos soñar...

Miré por la ventanilla y vi reflejada la cara de un niño que me resultó familiar... y me entraron ganas de merendarme un bocata de nocilla... Llevé mi muñeca cerca de mi boca, y allí donde debería llevar un reloj susurré: Kit, te necesito... y vive Dios que era cierto.