Nunca es tarde si la dicha es buena
Como lo prometido es deuda, aquí os presento la ilustración (pinchad en la imágen para ampliarla) que hice para el relato de Kar ...
Ya ha pasado un poquillo de tiempo, pero sé que lo sabrá apreciar.
El relato era así:
Una Historia de Amor y Muerte
REC.
De acuerdo, lo vuelvo a explicar desde el principio. ¿Tienes un cigarrillo? Gracias… no te importa que fume, ¿no? Bueno, pues te cuento otra vez. Hará casi dos años. Un amigo me había dicho que en la empresa funeraria El Reposo seleccionaban actores. Ya casi ni me acordaba del último trabajo remunerado que había tenido como actor. Y me picaba la curiosidad el saber para qué querría una empresa de pompas fúnebres buscar actores. Y necesitaba el dinero. Yo qué sé, sonaba extraño pero podía ser una oportunidad.
(...)
El trabajo consistía en lo siguiente. A menudo se encontraban con que la persona había muerto y por la razón que fuera, tenía el rostro destrozado: accidentes, putrefacción más rápida de lo previsto o incluso cicatrices de autopsia. Sin embargo, la familia necesitaba ver a su ser querido una última vez. Total, que mi trabajo sería interpretar a ese ser querido muerto, durante la ceremonia. De figurante, más que de actor, vamos.
¿Os intriga? Seguro que sí, pues si queréis leer el relato completo no tenéis más que pinchar AQUÍ.
Ya ha pasado un poquillo de tiempo, pero sé que lo sabrá apreciar.
El relato era así:
Una Historia de Amor y Muerte
REC.
De acuerdo, lo vuelvo a explicar desde el principio. ¿Tienes un cigarrillo? Gracias… no te importa que fume, ¿no? Bueno, pues te cuento otra vez. Hará casi dos años. Un amigo me había dicho que en la empresa funeraria El Reposo seleccionaban actores. Ya casi ni me acordaba del último trabajo remunerado que había tenido como actor. Y me picaba la curiosidad el saber para qué querría una empresa de pompas fúnebres buscar actores. Y necesitaba el dinero. Yo qué sé, sonaba extraño pero podía ser una oportunidad.
(...)
El trabajo consistía en lo siguiente. A menudo se encontraban con que la persona había muerto y por la razón que fuera, tenía el rostro destrozado: accidentes, putrefacción más rápida de lo previsto o incluso cicatrices de autopsia. Sin embargo, la familia necesitaba ver a su ser querido una última vez. Total, que mi trabajo sería interpretar a ese ser querido muerto, durante la ceremonia. De figurante, más que de actor, vamos.
¿Os intriga? Seguro que sí, pues si queréis leer el relato completo no tenéis más que pinchar AQUÍ.
4 Comments:
Está mu chulo...
A mi también me encanta. Tiene algo de onírico y de imposible. Además creo que le va muy bien al relato.
MIL GRACIAS... le va cojonudo
Mil de nadas, ya te lo debía desde hacía días
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