martes, marzo 14

Desde las entrañas del horror. "La escalera"



Tras introducir la piedra en su bolsillo James miró al profesor Richardson a los ojos. Thomas jamás había visto esa expresión en los ojos de su amigo, una mirada que estaba pidiendo ayuda a gritos y que sin embargo reflejaba una determinación y seguridad que asustaban.
- ¿James?- preguntó Richardson - ¿no quieres contarme nada?

* * * * * * * *
Sabía que Thomas era ahora la única persona en la que podía confiar, pero todavía no podía contarle nada. De hecho ¡ni siquiera sabría que demonios contarle!.
Desde el maldito día en el que encontré la piedra (¿o me encontró ella a mi?) apenas me roconocía a mi mismo, me pasaba todo el día en casa o en la biblioteca de la universidad entre montañas de libros intentando encontrar alguna referencia hacia la piedra. Casi no dormía y cuando lo hacía me asaltaban horribles pesadillas, sueños de lugares remotos, interminables desiertos que no parecían de este mundo, ruinas ciclópeas mas antiguas que la misma Tierra.
Aquellos sueños me producían un terrible e irracional desasosiego pero a la vez sentia un insano bienestar, la sensación de que ya lo había visto todo antes, como si de una especie de memoria colectiva ancestral se tratase, un horrible sustrato universal que me tenía obsesionado.
Muchas habían sido las ocasiones en las que me había despertado de aquellos extraños sueños deambulando por la casa, como si volviese de un maligno trance.
Todo iba acompañado de una especie de letanía cacofónica, un sónido que ninguna garganta humana sería capaz de reproducir, y que mientras permanecía sumido en aquel embriagador trance su significado era totalmente claro para mi, eso si, dejaba de tener sentido una vez me despertaba.
Casi siempre me encontraba a mi mismo bajando hacia el sótano de la casa, una casa que por cierto era muy particular, porque a pesar de ser la típica casa de estilo victoriano de Nueva Inglaterra, parecía estar construida sobre las ruinas de otra edificación mucho más antigua. Los muros del sótano así lo delataban.
Esa noche no había sido diferente y como de costumbre me había despertado ante las escaleras del sótano aunque con la diferencia de que esta vez lo que había devuelto mi consciencia había sido un visitante inesperado.
Lo vi correr escaleras abajo, tras de mi el fuego empezaba a devorarlo todo, no quedaba mucho tiempo, pero aún así me armé de valor y fui tras él.
Tan sólo había visto una sombra que se escabullia hacia el sótano pero estaba seguro que no era producto de mi imaginación, ¡esta vez no!
Cuando llegué al sotano no había ni un alma, di vueltas sobre mi mismo y nada, hasta que un sonido sordo me hizo mirar al suelo, a poco más de dos metros delante de mi, una trampilla que desconocía se acababa de cerrar bruscamente.
Con no pocos esfuerzos, conseguí abrirla, y lo que vi me heló el corazón...
Ante mi una interminable escalera de caracol excavada en roca virgen descendía hasta los mismísimos abismos de la Tierra, y cuando me disponía a bajar hacia lo que parecía el mismo infierno me acorde de la piedra ¿era eso lo que habia venido a buscar mi misterioso visitante?.
Como loco, y guiado por una voluntad ultraterrena, fui en busca de la piedra sorteando las llamas con una habilidad más propia de un animal que de un ser humano.
Ahí estaba, contemplé aliviado, aún seguía sobre la mesa de mi escritorio, la cogi con mimo y salí de la casa.
Fuera, sentado en el suelo, la piedra en mi regazo y la casa ardiendo detrás de mi, sólo podía pensar en una cosa... en ella, ya hacía más de dos años que no la veia pero mi corazón todavía le pertenecía. Saque la petaca de Whisky que me había regalado mi querido amigo Thomas y di un largo trago.

3 Comments:

Blogger DumDumBoy said...

Ante el éxito que parece estar cosechando la saga entre nuestros innumerables lectores (gracias Capitán Lillo y Petalo), me he dado prisa en confeccionar la tercera entrega, la cuarta correrá a cargo del genial Lorenzombie cuando le salga de los cojoncillos.
Cuando estéis totalmente enganchados quizá nospermitamos el lujo de disminuir la frecuencia.
Aún queda mucho por ver, capitulos introspectivos aburridísimos y autocomplacientes, sexo cerdo, amor almibarado y... terror cósmico, mucho terror cósmico!!!!

martes, 14 de marzo de 2006, 22:04:00 CET  
Anonymous Anónimo said...

me muero de ganas de escribir un nuevo capitulo, pero tres posts en el mismo dia y un trabjo de museología me lo impiden

"pero estaba seguro que no era producto de mi imaginación, ¡esta vez no!" esto es muy bueno, jajaja, en serio,graciosisimo

martes, 14 de marzo de 2006, 23:03:00 CET  
Anonymous Anónimo said...

Plas plas desde francia me teneis intrigadisimo adoro "desde las entrañas del horror" parezco mi abuela 5 minutos antes de q empezara cristal me pongo nerviossisimo, NECESITO MAS!!!!!!!!!

miércoles, 15 de marzo de 2006, 12:00:00 CET  

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