¿Hexaedro Regular...? ¡Hexaedro perfecto!

Si algún cómic español merece el título de objeto de culto ese es sin duda Superlópez ya que aún siendo un cómic muy conocido a nivel nacional ha desarrollado una legión de fans mucho más fieles y leales que los que puedan tener los inmortales Mortadelo y Filemón o Zipi y Zape, por poner ejemplos de tebeos masivos en esta nuestra España.
Aunque quizá el concepto “de culto” casi siempre está asociado al underground, siempre hay casos en el que el producto trasciende a todos los sustratos de la sociedad como es el caso de Star Wars o Star Trek y es en este terreno donde podemos encuadrar a nuestro querido superhéroe y a su alter ego Juan López.
Las claves de este reconocimiento por parte de la masa y de admiración extrema de una minoría se basan en unos cuantos factores que pasaremos a analizar.
Uno de los aciertos de Superlópez fue (y es) que sus historias siempre eran largas (salvo contadísimas excepciones que servían como epílogo a alguno de los albumes) y estaban muy cuidadas en lo que se refiere al dibujo, mientras que los agentes de la TIA sólo tienen una historieta mítica y bien dibujada (El sulfato atómico, por supuesto y quizá el gang del chicharrón).
Algunos diréis que Mortadelo y Filemón tienen muchas historias largas, y es cierto pero la mayoría son de mundiales de fútbol, olimpiadas y eventos varios en los que tienen que probar el tipico invento de Bacterio y las viñetas tienen una calidad infima, en muchos de los casos auténtico copy-paste. Aunque lo de Zipi y Zape es todavía peor, historias clónicas y cortas si exceptuamos El tonel del tiempo.
La historias de Superlópez eran originalísimas y no se repetían en absoluto.
Otra gran cualidad de Jan (el dibujante claro) es que sus cómics no sólo estaban orientados para los niños como es el caso de las otras dos colecciones citadas, si no que cubrían un espectro más amplio e igual gustaban a grandes como a chicos (aunque evidentemente no es Robert Crumb o nuestro Alcázar).
También tenía mucho encanto no saber cuando iba a salir al mercado la proxima aventura de Juan, Luisa y Jaime y cuando veias el nuevo volumen en el kiosko tenías que ir corriendo a casa para que te dieran la paga aunque fuera por adelantado.
El primer SuperLópez que me compré fue la Caja de Pandora y me enamoré por completo de la historia, aquello no eran infantiles juegos de palabras como los que hacía Ibáñez (alijo de marihuana, el hijo de Marijuana... ojo, que tambien tiene su encanto) aquello era mucho más, personajes mitológicos de todas las culturas en naves espaciales conspirando por la posesión de la caja de Pandora ¡¡y todo eso mucho antes que Stargate!!.
No es ningún secreto que Jan saqueaba la literatura popular o la deuda que tiene con la Marvel, pero todos y cada uno de los números clásicos, que para mi llegan hasta Al Centro de la Tierra (quizá apurando hasta Cachabolik Blues rock), son una delicia.
Las aventuras de Superlópez, El supergrupo, Todos contra uno, uno contra todos, Los Alienígenas, El señor de los chupetes, La semana más Larga, Los Cabecicubos, La Caja da Pandora, la Gran Superproducción, Al Centro de la Tierra... uff... todos ellos forman parte de mi infancia y por ende de mi vida.
Obras maestras del absurdo como la Gran Superproducción atesora una de las frases más míticas de la colección, el inconmensurable “largame un cilindrín fotero” frase que a los Iones nos encanta.
Es curioso como gracias a frases como ésta o “¡cuadraremos el pais!” y tantas otras podemos darnos cuenta del culto formado alrededor de Superlópez. Cuando pronunciamos semejantes perlas en un entorno que no es el nuestro no es raro toparte con una cara de complicidad y eso es lo grande de Superlópez, que la gente que lo leyó en su tiempo lo tiene guardado en su corazoncito con mucho cariño.
Quizá mis preferidos de todos los tiempos sean La Gran Superproducción, La caja de Pandora y los Cabecicubos, tres títulos básicos donde está le esencia de SL.
Otro de los atractivos es la gran cantidad de enormes secundarios como El inspector Holmez (“sospechoso, tomo nota”, “el mejor es el inspector Dan”), Escariano Avieso y sus circuitos escarolitropicos gmnésicos, Trapone, Marta, Chico (este un poco soseras todo hay que decirlo) y por supuesto Luisa, Jaime y el Jefe todos engrandecen el universo de nuestro “metomentodo supermedianiadeacero” particular.
Para la posteridad esa imagen de Super convertido en magdalena intentando acordarse de un conjuro en el Señor de los Chupetes “etev la onreuk” y claro, los encantadores y enigmáticos petisos carambanales. Por cierto... ¿qué es una script girl?.