El Peñas se la juega

Bueno, pues el Peñas se la juega este fin de semana porque empieza el playout para evitar el descenso de categoría contra el Gestibérica Vigo, del super gordo ex-NBA Tractor Traylor. Habrá partido el viernes, y el domingo.

Precios:

• Socios; 1 partido - 6 euros
  bono 2 partidos - 8 euros
• No socios; 1 partido - 10 euros
  bono 2 partidos - 16 euros
• Los menores de 16 años entran gratis.

Muchos de vosotros (lectores oscenses de pro) no acabaréis de explicaros cómo el Peñas se ha visto envuelto en esta situación con lo felices que nos las veíamos hace tan sólo unos meses. Nosotros tampoco lo podemos entender pero así está el patio, aunque tenemos la clave más importante: La gestión durante esta campaña ha sido un completo desastre.
La campaña pasada el Peñas sorprendió a propios y extraños con su buen juego y buenos resultados, sin embargo el final de aquella no fue tan dulce como parece. El Peñas llegó totalmente agotado al final de temporada y dejó escapar en casa una eliminatoria que tenía totalmente de cara habiendo ganado los dos partidos a domicilio. Gran parte de la grada era ya muy crítica con Carlos Lorés, que nos sorprendía jornada tras jornada con decisiones absurdas y obcecadas, como jugar con tan sólo seis jugadores durante toda la liga, asfixiando así a los jugadores más importantes (como Howard, o Castelló) que llegaron a los últimos partido con la lengua fuera.

-He pensado en cambiarme de coche, ¿tu crees que a Frederic le parecerá bien?

-No sé que decirte, a mí el otro día me hizo quitarme unos zapatos que no le gustaban...

-Calla, calla, que nos oye...

En ese momento ya se especuló y se habló mucho de que en el vestuario peñista no todo era alegría y buenrollismo. Las malas lenguas contaban que el núcleo duro del vestuario capitaneado por Castelló era el que realmente dirigía al equipo, desplazando y desmotivando a Ibeas, contrastado jugador que no consiguió cuajar en la escuadra peñista (este año en Orense -gracias chevi-, aportando sus buenos números y minutos). Está claro que como las cosas habían funcionado, nadie tuvo problemas ni hubo quejas. De hecho la directiva, con Fumanal al frente se llenaba la boca con sus estrellitas, renovándoles dos temporadas más (sí,sí, el que espere un Peñas sin Castelló y cía el año que viene está equivocado). El síndrome de los grupos en el vestuario se prolongó durante esta temporada, y esta vez parece que el damnificado fue Nacho Biota... (repito que todo esto es rumorología).

El Peñas se hizo con los servicios de Adrian Tigert,un 'chico blanco' de lo más eficaz, por fin teníamos un verdadero '4' (no como Andre Howard que dijese lo que dijese el señor Fumanal, era un '3') y con Juanma Martínez, el ansiado relevo puro para Castelló.El bueno de Juanma resultó ser bastante limitado para jugar en LEB2, y la grada comenzó a echar de menos a Ubide (que era un escolta, pero cumplía bastante bien su tarea de dar descanso a Federico)... y por lo que parece Lorés también perdió la paciencia, porque en muchas ocasiones utilizaba a Llorens Mons como base, ante la desesperación general (y propia, porque Mons quedaba totalmente inutilizado cuando se le usaba para eso).

"Lo mismo la subo que la pido en el poste bajo".

La temporada comenzó fatal, cosechando derrota tras derrota... Lorés saltó por la borda y dejó a las primeras de cambio a un equipo sin cabeza, ni rumbo, ni nada. La directiva optó por no gastarse ni un duro y contrató a Toñín Ara un entrenador jóven y de Huesca con el que escudarse si las cosas no salían bien. También se tomó la decisión de cortar a Donald Wilson, un auténtico paquete en el que no confió ninguno de los dos entrenadores, y que estuvo muchas jornadas sin apenas pisar el parquet ante el atónito graderío que no comprendía por qué se prolongaba esa situación.
Makoki y Nacho Biota viendo que no podían aportar gran cosa (por diferentes motivos, al primero Lorés nunca le dejó minutos a pesar de su buena pretemporada, y el segundo no estaba listo para competir tras su año y pico en blanco) dejaron el equipo, en un gesto de honor, para poder liberar de sus honorarios al club y que éste pudiese reforzar el equipo. El resto de los clubes de la zona baja de la tabla, viendo la dureza de la competición en este curso, se reforzaron con seriedad. El club oscense en un alarde de racanería se hizo con los servicios de Facun Venturini, un prometedor alero de 19 años que llegó cedido del Manresa y de Joseba Iglesias, pivot nacional de raza (o sea de bajo coste), que llegó procedente de La Laguna.

Las victorias comenzaron a llegar, aunque tan sólo cuando se jugaba como local y con un juego ramplón, salvo la victoria ante La Laguna, único partido en el que el equipo respondió como el año pasado. Fuera del Palacio nunca se logró seguir con la dinámica ganadora y cuando volvieron las dudas en casa el Peñas volvió a estar en situación peligrosa. La derrota en casa ante Plasencia, cuando se iba ganando en el tercer cuarto por dieciocho puntos fue determinante. El histórico Peñas jugaría el playout de descenso.

Ahora, con prisas, se ha fichado a Jason Robinson y a un pivot griego (cuyo nombre cuesta un esfuerzo sobrehumano reproducir) que en una semana (tres días en el caso del heleno) se tendrán que incorporar a un equipo anárquico y desangelado.

En realidad tampoco será muy complicado que se aprendan los sistemas, ya que el Peñas hace muchos partidos que en ataque no juega a nada... quizá lo más complicado será explicarles por qué extraño motivo suben la pelota los pívots (y de paso que me lo expliquen a mí, que llevo todo el año intrigado ¿no tenemos escoltas o qué?).

Así pues, a estas alturas, a nadie sorprenderá que hayan puesto altos precios para estos partidos, hasta los socios tenemos que sacar la cartera... cosa que ya ocurrió el pasado año durante el playoff, aquel año la excusa era el largo viaje extra a realizar y este año los dos fichajes 'de campanillas' que se han hecho sobre la bocina.

Vassilis Angelakopoulos posa con un aficionad... err, esto... con el entrenador peñista.

La cuestión es que el maltrato al socio es evidente, y siempre se llenan la boca a la hora de pedir esfuerzos y que durante el año no han sabido hacer nada como un día del espectador o cualquier chorrada así para tenernos contentos. Saben que vamos a ir valga lo que valga la entrada y nos tienen cogidos por los huevos. De todos modos, a mí me da la impresión de que esto es contraproducente ya que con socios gratis y precios bajos se conseguiría llevar a mucha gente al pabellón... que a estas alturas es la única esperanza que tenemos de salvarnos (que el ambiente sea infernal) porque está visto y clarísimo que fuera de casa somos absolutamente incapaces de ganar así que hay que amarrar todos los partidos de aquí como sea.

Ya véis que las sensaciones son pesimistas, así que ójala nos equivoquemos todos, llegue el Peñas y se ventile esta eliminatoria en tres partidos y olvidemos este año tan asqueroso. Está claro que este club poco o nada tiene que ver con aquel que nos hizo amar el baloncesto cuando eramos chavales. "Éste no es mi Peñas" que me decía un buen amigo el otro día...

A mí también me da un poco de asquete la directiva de este 'nuevo' Peñas pero cuando veo a la gente acumulándose en la entrada del pabellón, escucho a los bombos, el chirriar de las zapatillas contra el parquet y veo la elástica verde y blanca... me entra una sensación muy familiar y que coño, quiero que ganen.

Aupa Peñas (joder, ya me he emocionado).