10 años de la voz del angel.

Nacido en Orange County en 1966, no sería hasta 1990 cuando su estrella comenzaría a brillar, allí en la escena underground neoyorquina. Su primer disco, Live at Syn´e, apareció en 1993, en lo que era una actuación en solitario en su barrio, el East Village. Por esa época ya había entrado en estudio a grabar lo que sin duda es uno de los discos más perfectos de la historia, de una gran perfección para ser un debut, con joyas como Grace, Lover you should`ve come over o Eternal flame, junto con un gusto exquisito a la hora de elegir versiones, como Halleluja del maestro y genio Cohen. El album en cuestión se publicaría el 23 de agosto de 1994, constituyendo la mayor influencia para grupos y grupitos posteriores, que tienen en el a una influencia clara (Coldplay, Keane, Radiohead) y en mi modesta opinión nunca superada. Vinieron entonces extensas giras americanas y europeas, un éxito de crítica sin precedentes, y su conversión en un artista que aún hoy sigue siendo de culto.

Durante 1996, el y su banda grabaron de forma intermitente bajo la producción de Tom Verlaine. Siempre bajo su atenta búsqueda de la perfección, manda a su banda a NYC y el se queda en Memphis, trabajando en su casa en la elaboración y reelaboración de nuevos temas. Su idea era presentarselas a sus compañeros. El destino se cruzó la noche del 29 de Mayo, de forma trágica y romántica, en ese río, el Mississippi, tan íntimamente unido a la tradición norteamericana y a la música del ángel. My sweetheart the drunk nunca conocería la versión definitiva del genio. El río se lo llevó, sin duda al océano, sin duda al cielo.
Hoy hace 10 años de la muerte del ángel, de la muerte de Jeff Buckley, de la muerte del compositor del que para mi, sin ninguna duda, es uno de los tres mejores discos de mi historia, y del que sin duda es el disco que más me ha emocionado.

Encendamos una vela hoy por el ángel, por Jeff Buckley.